El cacao, sanador y revitalizante
Todo lo que hacemos en OKAW tiene un sentido de propósito. Empezando, por supuesto, por el proceso de producción de nuestros chocolates. Como el grano de cacao es el corazón de nuestro ritual creativo, lo primero que hacemos es garantizar que éste provenga de cultivos sostenibles que benefician a los cacaoteros Colombianos.
ACTIVA LA MENTE Y EL SISTEMA NERVIOSO
La teobromina, el tripófano que es un precursor de la serotonina y un antidepresivo natural, y la andamida que es un cannabinoide descubierto en 1996.
TIENE COMPONENTES QUE CALMAN LA TOS
La teobromina parece ser más eficaz que la codeína, el principal medicamento utilizado contra la tos.
REVITALIZA LA PIEL
El ácido fenil-propanoico presente en el cacao tiene un impacto sobre el crecimiento de las células de la piel. Esto hace que el chocolate pueda mejorar la cicatrización.
Así se ha consumido el cacao a través del tiempo
COMO MONEDA DE INTERCAMBIO
Durante mucho tiempo, el cacao fue moneda comercial entre culturas precolombinas de Mesoamérica. Los pueblos sometidos al imperio azteca pagaban su tributo en sacos de cacao. Los preciosos granos eran custodiados por los gobernantes para prepararlos en ocasiones especiales y ofrecerlos a los huéspedes a quienes querían impresionar. Poco después de la caída de Tenochtitlan y hasta los siglos XVI y XVII, el cacao siguió sirviendo como forma de pago para ciertas labores y productos: con doscientos granos se compraba un pavo y con cien una gallina o un conejo. Con cien también se pagaba el jornal de un cuidandero. Tres granos podían ser intercambiados por el huevo de un pavo, un pescado envuelto en hojas de maíz o un aguacate. Si el aguacate estaba maduro, su valor bajaba a un grano, con el que se podía comprar también un tomate o un tamal.
COMO AFRODISÍACO Y ALIMENTO ENERGIZANTE
Los Aztecas consumieron el cacao como una poción que les daba sabiduría y poder y como bebida nutritiva y afrodisíaca; estas características le han dado al chocolate la fama que lo ha acompañado toda su historia. Las leyendas cuentan que Moctezuma lo tomaba en grandes cantidades antes de ir a visitar a sus esposas, y que Madame du Barry se lo servía décadas más tarde a sus amantes. Aunque las propiedades afrodisíacas del chocolate y su relación con el sentimiento del amor no han sido comprobadas, sabemos que la combinación de tres de sus componentes, la cafeína, la teobromina y la feniletilamina, nos inyecta una dosis de energía y acelera el corazón llenándonos de un sentimiento de euforia comparable con el que tenemos al estar enamorados.
COMO UN MANJAR DE TODOS LOS TIEMPOS
Desde el periodo precolombino el chocolate se consumía como un exquisito elixir. Moctezuma tomaba su chocolate espumoso teñido de rojo con semillas de achiote que hacían alusión a la sangre que bombeaba su corazón. Unos siglos después de haber conocido por primera vez el grano de cacao, los europeos empezaron a encontrar la forma de refinar su preparación, de reducir la grasa que contenía y neutralizar su sabor amargo. En el siglo XIX Van Houten creó la prensa hidráulica, Joseph Fry la primera barra de chocolate, Nestlé la mezcla del chocolate con leche y Lindt la técnica del concheo. Todos ellos lograron que personas de todo el espectro social tuvieran acceso a este exquisito producto.
COMO BEBIDA QUE CELEBRA
Los Mayas y los Aztecas preparaban con el cacao una bebida espesa que se tomaba fría. No la endulzaban pero sí matizaban su sabor amargo incorporando especies, flores y frutos como ají, vainilla, y achiote. Con el tiempo y con su paso de un continente a otro, la bebida se suavizó, perdió su espesor y se volvió más dulce para ser servida a reyes y nobles en las cortes europeas. En Colombia, después de la independencia, empezaron a fortalecerse las costumbres ancestrales y poco a poco se estableció en la capital el ritual de sentarse a tomar chocolate caliente con queso al final de la tarde.